Decidir el peso que le damos a cada opinión dependerá de quien la emite y a la popularidad del medio online donde se publicó, está claro que no es lo mismo la de un blogger líder de opinión que el comentario de un solo usuario en un foro. Por eso es importante clasificar o separar las opiniones por tipo de fuente, es decir, por tipo de grupo de personas que las emite, cada una merece un análisis diferente para la toma de decisiones la Guía Práctica de Marketing con Redes Sociales las clasifica en los siguiente grupos de personas:
- Clientes: en este caso tenemos un estudio de mercado para saber qué gusta o no gusta de nuestros productos. Estos son el tipo de opiniones que más peso deben tener y las que debemos gestionar de forma más rápida y eficiente.
- Empleados: un empleado descontento puede hablar tremendamente mal de una empresa, este tipo de opinión merece un trato diferenciado.
- Proveedores: si negociamos con un buen número de proveedores, es normal ver opiniones de estas empresas.
- Competencia: a algunos competidores les gusta promocionarse hablando mal de la competencia . Es importante estar seguros de que esa opinión procede realmente de esa fuente para poder gestionarla como es debido.
- Alguien que ha visto un spot de televisión y opina: si nuestra empresa se promociona por medios tradicionales es normal encontrarse con personas que opinan también sobre la propia forma de promocionarse. En este caso tenemos otro estudio de mercado para saber el grado de satisfacción de nuestras estrategias publicitarias.
- Un troll: son usuarios que les gusta opinar de forma negativa sobre cualquier punto sin una razón justificada. A este tipo de usuarios es importante identificarlos para gestionarlos adecuadamente, ya que no hay manera de convencerlos para que dejen de hablar mal de nuestra marca.